sábado, 25 de agosto de 2012

Presentación

Además de su gran utilidad para el ser humano, los árboles han tenido desde la Antigüedad suma importancia por su simbolismo. Han sido protagonistas de un gran número de leyendas, cultos y creencias. Han sido considerados árboles sagrados por muchas civilizaciones y han simbolizado el poder.

Pero no sólo eso: el árbol da cobijo a una infinidad de seres vivos, tanto animales como vegetales, y mediante los nutrientes de la tierra y la radiación solar es capaz de emitir una energía benéfica. No debemos olvidar que los árboles son los encargados de transformar el aire.

En la Antigüedad, el árbol simbolizó el conocimiento sagrado y secreto, siendo asociado con diferentes dioses y con las fuerzas ocultas de la naturaleza. Es muy frecuente encontrar en la mitología asociaciones entre dioses y árboles como: Apolo y el laurel, Atis y el abeto, Osiris y el cedro o Júpiter y la encina. Aunque el árbol no fue objeto de adoración, sino templo templo a través del cual los dioses se manifestaban.

Dentro de la tradición esotérica, a cada planeta se le asigna un metal, también le corresponde un árbol, a Mercurio se le asigna el olmo, a Venus el abedul, a Marte el roble, a Júpiter el arce o plátano falso, a Saturno el pino o ciprés y a la Luna el cerezo.

En el Cristianismo y en el arte romántico, el árbol se le considera símbolo del centro del mundo. Es una escalera que conduce al cielo.

El árbol al igual que todo ser vivo, emite unas vibraciones energéticas. Cada tiene una energía que vibra en la misma frecuencia que ciertos colores y notas musica