HISTORIA
El abedul aparece en el planeta hace más de 30 millones de años, quizá como una respuesta a la necesidad de colonizar las tierras más frías e inhóspitas.
Tras las glaciaciones, los abedules son los primeros que cubren las inmensas tierras que empiezan a despertar de su letargo; en la montaña, es el primer árbol que soporta la intensa soledad, bajo la débil protección de los brezos.
CULTURA
El abedul aparece en el planeta hace más de 30 millones de años, quizá como una respuesta a la necesidad de colonizar las tierras más frías e inhóspitas.
Tras las glaciaciones, los abedules son los primeros que cubren las inmensas tierras que empiezan a despertar de su letargo; en la montaña, es el primer árbol que soporta la intensa soledad, bajo la débil protección de los brezos.
CULTURA
El abedul gozó de notables con notaciones mágicas al ser un árbol sagrado para los celtas. El abedul, el árbol de hoja caduca que florece al norte, sirvió de templo a los antiguos druidas.
Para los celtas este árbol simbolizaba al dios de los vivos y de los muertos. En el "Cad goddeu" o Combate de los árboles, que se atribuye al bardo galés Taliesin, el dios-mago Gwyddyon, adquiere la forma de abedul. El nombre celta del abedul, "betule", se encuentra en numerosos topónimos, principalmente en aquellos compuestos por "bezu".
El abedul protagonizó en el mundo celta algunos actos de magia contaminante que después fueron asimilados por el cristianismo. El mejor ejemplo lo cita Frazer en "La rama dorada":
- El jueves anterior al domingo de Pentecostés, cantan, llevan guirnaldas y derriban un abedul joven que revisten con ropas de mujer o le adornan con cintas y retazos de telas multicolores. Después celebran un festín y cuando terminan vuelven a cargar con el árbol vestido y lo meten en casa entre cantos y bailoteo, dejándolo dentro de cierta caja donde permanece como huésped de honor hasta el domingo de Pentecostés. En los días intermedios, visitan la casa está su huésped, pero al tercer día, día de Pentecostés, lo llevan a un río donde lo tiran y tras el árbol, sus guirnaldas. En esta costumbre rusa -dice Frazer- se muestra claramente la personificación del árbol vestido con ropas de mujer y el arrojarlo a la corriente de agua es, muy probablemente, un conjuro para la lluvia.
El término inglés birch, "abedul", procede del nombre de una antigua diosa irlandesa llamada Brigid, que a su vez deriva de la palabra indoeuropea bher(e)g, que significa "blanco resplandeciente". Brigid era una divinidad benevolente; musa de poetas y protectora de oficios.
En las tradiciones nórdica y germánica, el abedul se asocia con Freya, la Señora del Bosque, y Friggia, la mujer de Odín, que en su origen fue una divinidad del viento. En la rusa, el abedul se conoce sencillamente como la Señora del Bosque.
El abedul portador de vida y salud es una imagen de la Diosa Blanca, y la runa germánica Berkana, "abedul", es sinónimo de maternidad, seno y protección. De hecho, la misma forma de la runa, que recuerda mucho a la letra "B" mayúscula, se basa en los "túmulos maternos" del Neolítico, unos montículos funerarios y ceremoniales donde se celebraban ritos en torno a la muerte y el renacimiento. Las colinas simétricas simboizaban los pechos de la Madre Tierra, bajo cuya protección se hallaban el nacimiento, la vida y la muerte.
En algunos países de tradición cristiana, durante la Edad Media, la gente solía congregarse en bosques de abedules para celebrar ceremonias en el mes de mayo. En Escocia, a los adultos se les eximía de sus votos maritales con motivo del día de Beltane (1 de mayo). La Iglesia era contraria a esta práctica, por lo que la gente tuvo que ingeniárselas: si no les permitía acudir a los bosques de abedules; se llevarían consigo los árboles a los pueblos, lo que dio origen al mayo. Este consistía en un palo alto, cuidadosamente elegido y decorado que se convertía en el centro de todas las fiestas del pueblo.
Según una leyenda irlandesa, cuando el dios Ogma concedió a los primeros celtas el don de la escritura, éstos aprendieron que el ogam, el alfabeto de los árboles, se había utilizado por primera vez para avisar a Lugh, el dios del Sol, de que su esposa estaba a punto de ser raptada y conducida al mundo de los muertos, "a no ser que la protegiera junto a un abedul".
Y en la tradición de Europa occidental, era costumbre fabricar cunas con madera de abedul para proteger a los bebés de las fuerzas malignas.
El poder espiritual del abedul alcanza su máxima expresión en la tradición chamánica de Siberia, donde se le conoce como udesi-burchan, la "divinidad de la puerta" que conduce al mundo de los espíritus. Todos los años se escoge ceremoniosamente un abedul del bosque y se lleva hasta una yurta (tienda de campaña recubierta con pieles típica de las tribus nómadas). Una vez en ella, se tallan nueve muescas en el tronco (nueve es el número de la Madre Tierra) y se coloca en el centro, donde el chamán, sumido en trance, trepa hasta lo alto mientras su espíritu viaja por el Árbol del Mundo hasta el cielo o el mundo de los muertos. Una vez ha llegado a su destino, realiza diversas preguntas a espíritus de los antepasados o bien a seres astrales sobre el modo de liberar de tal o cual enfermedad a su paciente.
La asociación del abedul con el regreso a la vida tiene reflejo en la costumbre occidental, de "barrer el año que acaba" con una rama de este árbol, ceremonia que tiene lugar la mañana siguiente a la noche más larga del solsticio de invierno (el 21 de diciembre en el hemisferio norte), que marca el verdadero inicio del año nuevo. Ese día simboliza la oscuridad del vientre, o la tierra oscura que envuelve a la semilla.
OTROS USOS:
Mágicos: Las escobas de bruja tenían tradicionalmente un mango de abedul y se empleaba también su madera para fabricar las cunas que protegieran a los niños de las hadas que fueran a visitarlos durante la noche.
Religiosos: Los alfabetos primitivos de los druidas galos y los irlandeses no podían escribirse y todas sus letras tenían nombres de árboles. El nombre de este alfabeto estaba formado por sus primeras tres consonantes:
beth- luis-nion (abedul-serbal-fresno)
Este alfabeto céltico se utilizo en Irlanda desde el año 600 a. C., el abedul es la primera letra. Graves dice fue en una varilla de esta madera donde se deja grabó la primera inscripción irlandesa.
Estaba formado por trece consonantes y cinco vocales. Cada consonante representaba un mes de veintiocho días, de una serie de trece meses, que comentaba dos días después del solsticio de invierno. El orden era el siguiente:
B = abedul o acebuche, del 24 de diciembre al 20 de enero;
L = serbal, del 21 de enero al 17 de febrero;
N = fresno, del 18 de febrero al 17 de marzo;
F = alisio o cornejo, del 18 de marzo al 14 de abril;
S = sauce y SS o Z = endrino, del 15 de abril al 12 de mayo;
H = espino o peral silvestre, del 13 de mayo al 9 de junio;
D = roble o terebinto, del 10 de junio al 7 de julio;
T = acebo o roble espinoso, del 8 de junio al 4 de agosto;
C = nogal y CC o Q = manzano, serbal o membrillo, del 5 de agosto al
1 de septiembre;
M = vid, del 2 de septiembre al 29 de septiembre;
G = hiedra, del 30 de septiembre al 27 de octubre;
Ng o Gn = caña, del 28 de octubre al 24 de noviembre;
R = saúco o mirto, del 25 de noviembre al 23 de diciembre;
Las vocales representaban una estación del año formada por tres meses, marcados por los períodos críticos de los solsticios y equinoccios. Así:
O = aulaga, era propio del equinoccio de primavera;
U = brezo, del equinoccio de verano;
E = álamo, del equinoccio de otoño;
A = abeto o palmera, cómo árbol del nacimiento
I = tejo, como árbol de la muerte compartían el solsticio de invierno.
Parece que este alfabeto llegó a Irlanda desde Grecia y a través de España. Cuenta una leyenda que una tablilla de corteza de abedul se escribió el primer mensaje y este consistió en la palabra abedul (beth) repetida siete veces.
Mágicos: Las escobas de bruja tenían tradicionalmente un mango de abedul y se empleaba también su madera para fabricar las cunas que protegieran a los niños de las hadas que fueran a visitarlos durante la noche.
Religiosos: Los alfabetos primitivos de los druidas galos y los irlandeses no podían escribirse y todas sus letras tenían nombres de árboles. El nombre de este alfabeto estaba formado por sus primeras tres consonantes:
beth- luis-nion (abedul-serbal-fresno)
Este alfabeto céltico se utilizo en Irlanda desde el año 600 a. C., el abedul es la primera letra. Graves dice fue en una varilla de esta madera donde se deja grabó la primera inscripción irlandesa.
Estaba formado por trece consonantes y cinco vocales. Cada consonante representaba un mes de veintiocho días, de una serie de trece meses, que comentaba dos días después del solsticio de invierno. El orden era el siguiente:
B = abedul o acebuche, del 24 de diciembre al 20 de enero;
L = serbal, del 21 de enero al 17 de febrero;
N = fresno, del 18 de febrero al 17 de marzo;
F = alisio o cornejo, del 18 de marzo al 14 de abril;
S = sauce y SS o Z = endrino, del 15 de abril al 12 de mayo;
H = espino o peral silvestre, del 13 de mayo al 9 de junio;
D = roble o terebinto, del 10 de junio al 7 de julio;
T = acebo o roble espinoso, del 8 de junio al 4 de agosto;
C = nogal y CC o Q = manzano, serbal o membrillo, del 5 de agosto al
1 de septiembre;
M = vid, del 2 de septiembre al 29 de septiembre;
G = hiedra, del 30 de septiembre al 27 de octubre;
Ng o Gn = caña, del 28 de octubre al 24 de noviembre;
R = saúco o mirto, del 25 de noviembre al 23 de diciembre;
Las vocales representaban una estación del año formada por tres meses, marcados por los períodos críticos de los solsticios y equinoccios. Así:
O = aulaga, era propio del equinoccio de primavera;
U = brezo, del equinoccio de verano;
E = álamo, del equinoccio de otoño;
A = abeto o palmera, cómo árbol del nacimiento
I = tejo, como árbol de la muerte compartían el solsticio de invierno.
Parece que este alfabeto llegó a Irlanda desde Grecia y a través de España. Cuenta una leyenda que una tablilla de corteza de abedul se escribió el primer mensaje y este consistió en la palabra abedul (beth) repetida siete veces.
- Simbolismo: Renovación y protección.
- Asociaciones divinas: Brigig, la Diosa Blanca (mitología celta); Freya y Frigga (mitología nórdica); Venus (mitología romana).
- Asociaciones astrólogicas: Venus.
- El abedul en la historia: En 1893, el capitán H. Brower, del servicio de inteligencia británico, sustrajo de Turkestán uno de los manuscritos en corteza de abedul más antiguos (350 d. C.).
La víspera este día se celebraba la noche de Halloween, en la que se restablecen las comunicaciones entre en el más allá y el aquí y ahora, la tierra de los mortales. Según una balada nórdica (The Wife of Usher´s), que esa noche los muertos volvían con hojas de abedul puestas en sus sombreros, a modo insignea o contraseña para realizar este viaje. El abedul crecía a la entrada del paraíso.
Es costumbre al anochecer del primero de mayo colgar ramos en que los mozos coloquen en la ventana de la amada un ramo: en Europa central,
de abedul, para significar amor;en otros lugares son el roble y el fresno los que tienen este significado, utilizándose el abedul como señal de amistad.
El árbol medicina
Hacia los 35 años, el cuerpo físico del hombre tiende hacia la mineralización y decadencia. Rudolf Steiner preconiza las curas de abedul para combatir esta inclinación de la madurez.
El abedul nos ayuda a conservar la juventud en la madurez, la sensibilidad y la alegría de vivir. Para ello ni siquiera hace falta la infusión o salvia. El simple acercamiento al lugar donde crece en la naturaleza nos hace comprender muchas cosas, estimula nuestra conciencia y vivifica.
En los rituales chamánicos de iniciación de los pobladores de las regiones del norte, actuaba como árbol central, eje del mundo; plantado en el centro de la yurta, a través de él desciende la luz celeste, y el espíritu humano puede ascender cruzando el agujero de la cúspide de la campaña.
Por Pascua de Pentecostés se colgaban coronas de sus ramas. Pero el ritual parece ser una costumbre cuyo significado significado se ha olvidado.
Según Antonio Colinas: En los países eslavos siempre se creyó que en estos árboles habitaban los espíritus del bosque. En la Edad Media, se creía en el norte de Europa que las brujas cabalgaban sobre escobas hechas con madera de abedul.
Es costumbre al anochecer del primero de mayo colgar ramos en que los mozos coloquen en la ventana de la amada un ramo: en Europa central,
de abedul, para significar amor;en otros lugares son el roble y el fresno los que tienen este significado, utilizándose el abedul como señal de amistad.
El árbol medicina
Hacia los 35 años, el cuerpo físico del hombre tiende hacia la mineralización y decadencia. Rudolf Steiner preconiza las curas de abedul para combatir esta inclinación de la madurez.
El abedul nos ayuda a conservar la juventud en la madurez, la sensibilidad y la alegría de vivir. Para ello ni siquiera hace falta la infusión o salvia. El simple acercamiento al lugar donde crece en la naturaleza nos hace comprender muchas cosas, estimula nuestra conciencia y vivifica.
En los rituales chamánicos de iniciación de los pobladores de las regiones del norte, actuaba como árbol central, eje del mundo; plantado en el centro de la yurta, a través de él desciende la luz celeste, y el espíritu humano puede ascender cruzando el agujero de la cúspide de la campaña.
Por Pascua de Pentecostés se colgaban coronas de sus ramas. Pero el ritual parece ser una costumbre cuyo significado significado se ha olvidado.
Según Antonio Colinas: En los países eslavos siempre se creyó que en estos árboles habitaban los espíritus del bosque. En la Edad Media, se creía en el norte de Europa que las brujas cabalgaban sobre escobas hechas con madera de abedul.
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